Algunas ideas...

En cuanto a la estética hay solo dos premisas concretas:
Belleza y Simplicidad.

La primera, por que creo fervientemente (y gratamente Sebastián Sabas también) que es inherente al Amor. La segunda por que nos remite a la honestidad, y por que confiamos en que resalte la falta de pretensión y la búsqueda de calidad en los pocos recursos que se eligieron.

En cuanto a la resolución cromática, consideramos que, el hecho de que el espacio escénico esté dividido en mitades, blanca o negra, permitía sintetizar las dos caras que presenta la cuestión de la obra, y hacerlo además, de una forma franca, casi didáctica.
La utilería será mínima, solo aparecerá lo indispensable.

Para reforzar la idea de simpleza también en el vestuario, Sebastián recurrió a una paleta de básicamente tres colores: Azul, Rojo y Verde, ellos irán sobre equipos base de color blanco o negro.

También aparece (por eso las faldas y los sacos) la intención de remarcar lo masculino y lo femenino; no para “oponerlos” como si fuesen dos aspectos irreconciliables o rígidos, sino para reivindicarlos, para mostrar que estas dos ¿Mitades? Pueden, sin perder su identidad, convivir en perfecta armonía.


Las diapositivas (trabajo realizado por el fotográfico Sergio Chiossonne) adhieren a estas de consignas de color, y solo funcionarán como refuerzo o apoyo del criterio escenográfico o coreográfico.
La iluminación completará la idea espacial de montaje, de secuencia. Cada presentador, o cuadro dramático, o musical, será claramente “recortado” de su antecesor o sucesor. Se buscó el concepto “de planos”, como en una suerte de edición cinematográfica.

No hay comentarios: